9 días es el tiempo que tienen 600 estudiantes, docentes y directivos de sobra de veinte universidades de Europa y del continente americano para levantar quince propuestas de lo que podría ser la casa del futuro: sostenible, autosostenible, amigable con el ambiente, de impacto social y que utilice energía solar.
Son prototipos de la vivienda de interés social o para familias de escasos recursos para urbes del país, pero también de Latinoamérica y zonas marginales de Europa, manejando una arquitectura que aplique la eficiencia espacial, con materiales acordes con nuevos conceptos bioclimáticos.
Ese es el reto al que se encaran los participantes de Decatlón Solar dos mil quince para acotar, del 4 al quince de diciembre, al ganador entre catorce proyectos de nueve países del continente y de Europa, y cuatro ciudades colombianas, cuyo epicentro es la Universidad del Valle, en Cali.
Participación de Colombia
La capital del Valle se disputó la sede con R. de Janeiro, México, Distrito Federal y S. de Chile. El proyecto número quince es el de la Univalle, que no entra a competir.
En el torneo hay decatletas de Bogotá, Medellín, Cali y Pereira, tal como de México, Uruguay, Chile, Perú, España, Panamá, U.S.A., Inglaterra y Alemania, quienes han tenido que construir en una semana una solución de residencia social, pensando en un modelo espeso de hasta 8 pisos y 120 unidades. Esta casa se debía construir en nueve días en el campus de la Univalle, llamada la Villa Solar.
Es la primera vez en la historia de la competencia (con 5 ediciones en U.S.A., tres en Europa y una más en Asia) que el Decatlón Solar se realiza para reunir a los talentos universitarios de Latinoamérica y del Caribe.
Hace un año empezó, y quedaron 30 ideas seleccionadas. Se inscribieron personas de Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Chile, El Salvador, España, Costa Rica, U.S.A., India, Inglaterra, el país nipón, México, Panamá, Perú, S., Suráfrica, Uruguay y Colombia.
Del territorio nacional llegaron propuestas de universidades de Antioquia, Cundinamarca, Norte de Santander, Risaralda y Val del Cauca; ciertas de ellas, en alianza con universidades extranjeras.
Cali también tiene su cuota, con las universidades de San B. y Autónoma de Occidente, que formaron coalición con la propuesta Mi-house.
Por Cali participan más de treinta y ocho estudiantes y enseñantes del Sena, con la propuesta Vrissa, que significa Residencia regional, integral, social, sostenible y amigable.
Conforme con el arquitecto Alexánder Burbano, entre los instructores del Sena, este trabajo hace énfasis en elementos propios de la caleñidad como el ringlete, además de que plantea unidades de vivienda de 72 metros cuadrados, un área superior a las que manejan las casas de interés social.
La Universidad S. de Cali participa, de forma conjunta, con la Universidad de Sevilla, en España. Por su parte, compiten la Universidad de los Andes, la Pontificia Bolivariana y la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Las universidades Tecnológica, Católica y Libre, todas 3 de Pereira, y la Politécnica de la capital española conforman otro equipos.
Del mismo modo, compite la Hochschule Ostwestfalen-Lippe, Universidad de Ciencias Aplicadas, de Alemania, con la Universidad de La Salle, de Bogotá, y la Universidad Tecnológica de Panamá trabaja con Masschusetts University, de USA.
Otros participantes en el Decatlón son las universidades Pontificia Católica de Chile y de Uruguay; Nacional de Ingeniería, de Perú, y Tecnológico de Monterrey, en México.
Los 3 primeros ganadores en este reto van a poder hacer investigación sobre el uso de tecnologías limpias.
Mobiliario con botellas
El equipo Habite Team, formado por estudiantes y docentes de la Facultad de Ciencias del Hábitat de la Universidad de La Salle y de Ingeniería Industrial de Hochschule Ostwestfalen-Lippe, de Alemania, trabaja en una casa con moblaje (mesas, lámparas y estantes) hecho a partir de botellas plásticas y empaques Tetra Pak. Tiene también un muro hecho con botellas plásticas que funciona como sistema de recolección y purificación de aguas lluvias.
Una casa productiva
El equipo Yarumo, con más de treinta estudiantes, enseñantes y también investigadores de la múltiples facultades de la Universidad Pontificia Bolivariana, de Medellín, edifica una casa en cuya cubierta, que puede llegar a tener entre cinco y 8 niveles, funciona una huerta y el propósito es que la población vulnerable tenga un ingreso en su mismo hogar. La casa cuenta con paneles solares y trabaja estructuras aislantes, térmicas y bioclimáticas.
Vivienda con contenedores
El equipo de la Universidad Tecnológica de Panamá, formado por estudiantes y docentes de Ingeniería Mecánica y también Industrial, trabaja en una residencia hecha a partir de cuatro contenedores y paneles solares. El propósito de sus diseñadores es que la vivienda sea sostenible y de bajo costo. Su creación se inspiró en cómo se vive en el canal de Panamá. El equipo tiene representantes de la Universidad de Massachusetts, de EE. UU.